Si hace unos días conocíamos cuáles son los pueblos más buscados por los españoles, las posibilidades para una escapada se amplían con las nuevas incorporaciones a la lista oficial de los Pueblos más bonitos de España.
Un total de 11 localidades acaban de recibir su acreditación, con lo que ya forman parte de esa red de municipios, que ya suma 104. Todos ellos han superado una auditoría de más de 40 puntos, como el cuidado del patrimonio, la armonía del municipio, la limpieza, la conservación de las fachadas, la circulación de vehículos, el cuidado de flores y zonas verdes, la actividad cultural programada o la atención a las tradiciones.
Los 11 nuevos pueblos más bonitos de España 2021 (dos asturianos, dos andaluces y dos canarios):
Beget (Girona)
La asociación de los Pueblos más bonitos de España destaca que apenas tiene 20 habitantes pero, al estar en la Alta Garrotxa, un Espacio de Interés Natural, “es un punto de partida de muchas rutas para senderistas y amantes del ciclismo de montaña”.
Molinaseca (León)
Situado cerca de Ponferrada, “conserva una rica arquitectura popular con corredores, galerías voladas de madera de castaño, escaleras exteriores de acceso a las viviendas, cubiertas de pizarra, junto con algunas casas solariegas con portadas de sillería y escudos nobiliarios”.
Baños de la Encina (Jaén)
Señalan que “desde el castillo califal hasta la parroquial de origen gótico, desde la exuberancia barroca del camarín de su santuario hasta la austeridad blasonada del Concejo, desde el señorío de sus palacios hasta sus molinos del siglo XVIII, el pueblo conserva su identidad monumental que evoca su importancia histórica”.
Genalguacil (Málaga)
También conocido como los jardines del visir, “ha ido creciendo a lo largo de un terreno escalonado, herencia de sus fundadores árabes”. Entre sus encaladas casas bajas destaca la iglesia parroquial de San Pedro de Verona, con su característica torre octogonal del siglo XVIII. “Sus calles se convierten en galerías de arte contemporáneo durante todo el año, con más de 120 obras de arte”, agregan.
Nuevo Baztán (Madrid)
En el sudeste de la Comunidad de Madrid, fue fundado a principios del siglo XVIII por Juan de Goyeneche y Gastón “como un centro agrícola y de fabricación de productos cotizados en la época como vidrio y tejidos”. “El conjunto arquitectónico estaba pensado hacia el exterior para que sus habitantes se relacionasen entre sí, donde un palacio barroco presidía un núcleo señorial rodeado de tres plazas, entre las que destaca la Plaza de las Fiestas, también conocida como Plaza de Toros, debido a que en ella se realizaban festejos taurinos, obras de teatro y conciertos en la época de Goyeneche”, explica la organización.
Valverde de la Vera (Cáceres)
El agua fluye por sus calles empedradas gracias a las llamadas regateras y sirven para facilitar su aseo y para distribuir el agua de riego de las huertas.
Se trata de “un pueblo con una arquitectura popular de tres niveles, que combina la sillería con entramados de madera y ladrillo o adobe, y donde es fácil encontrar bellos soportales sobre columnas de granito, decoradas con bolas y molduras”.
Garachico (Tenerife)
La localidad fue devastada casi por completo en 1706, “pero numerosas familias de gran influencia, decidieron reconstruirlo, recuperando su belleza patrimonial y cultural”. Como explica la asociación, algunos edificios históricos se salvaron, como el convento de San Francisco, de 1526, o la fachada de cantería de la Casa de los Condes de la Gomera, de estilo renacentista. En la costa, junto al casco histórico destaca el Castillo de San Miguel, de 1575, y las piscinas naturales de El Caletón, muy apreciadas por los visitantes y vecinos.
Agulo (La Gomera)
Conocido como el bombón de La Gomera por su belleza, Agulo es un “inmenso mirador teñido por el verde de sus cultivos sobre el océano Atlántico”. Sus calles empedradas contrastan con las tejas rojas de las casas. Es una de las poblaciones más pequeñas a la par que más antiguas de la isla de La Gomera, con unas vistas privilegiadas a Tenerife y al volcán de El Teide.
Roncal (Navarra)
“La Villa de Roncal (Erronkari, en euskera), se asienta a ambos lados del Río Esca, en el Pirineo Navarro y por sus calles empedradas, distribuidas en forma de Y, el visitante desciende desde la iglesia parroquial, acompañados por varios edificios señoriales, como la Casa Sanz, la Casa Gambra o la Casa López”, resaltan desde Los Pueblos más bonitos de España.
Bulnes (Asturias)
A este municipio de los Picos de Europa con poco más de 30 habitantes solo se puede llegar por funicular o andando por un camino estrecho y empinado. Para los amantes de la montaña, desde Bulnes se puede acceder, a través de duros y empinados caminos, al Picu Urriellu, más conocido como Naranjo de Bulnes, la más mítica y renombrada cima de los Picos de Europa, lugar de culto de los alpinistas españoles por la dificultad de sus paredes verticales.
Cudillero (Asturias)
En un bello pueblo marinero, “escondido desde la mar y desde la tierra, y descolgado en humildes casas de mil colores, que dan forma a su conocido y fotografiado anfiteatro”. La sucesión de casas indianas junto al Palacio Selgas, un espléndido conjunto del siglo XIX conocido como el Versalles asturiano, comparten protagonismo con el barrio de los pescadores, o con la parte alta del pueblo, dedicada a la agricultura.
Artículo publicado primero en Huffington Post