El Aeropuerto de Málaga contará con cuatro muros vivos de más de 10.000 plantas para hacerlo más eficiente energéticamente y proporcionar mayor bienestar a los pasajeros.
Aena ha instalado jardines verticales automatizados en varios puntos del interior de la terminal malagueña para mejorar la calidad ambiental, la acústica, reducir las concentraciones de dióxido de carbono y aumentar el bienestar de los viajeros.
En momentos en que el aeropuerto de Málaga experimenta una drástica caída de la actividad –en gestión de tráfico, de casi 20 millones de pasajeros en 2019 a 5 millones en 2020- Aena aprovecha para realizar una mejora de las instalaciones que incluye, entre otras cosas, los accesos al muelle B de la T2, la remodelación de los aseos, la adaptación del muelle C para el tráfico Schengen, la renovación completa del aire acondicionado en la T2, así como el diseño e instalación de los cuatro jardines verticales.
La disposición de la pared viva funciona con un sistema de ventilación que ayuda a reducir el consumo de energía al bajar naturalmente las temperaturas en el verano.
Estas plantas también generarán toneladas de oxígeno que circularán por el aeropuerto cada año, beneficiando la experiencia del usuario a través de un confort térmico, adicional a la belleza de estos muros vivos.
La jardinería vertical ha dejado de ser una tendencia en alza para convertirse en una técnica más que se emplea en multitud de ciudades para embellecer todo tipo de espacios. Su principal baza a favor es que no requiere un gran recinto, sino más bien todo lo contrario: una pared de cualquier edificio es apta para plantar líquenes, musgos, helechos o cualquier especie que no requiera enraizamiento al suelo.
En el Aeropuerto Internacional de Edmonton, en Alberta, Canadá, 8.000 plantas de 32 especies diferentes llenan una de sus paredes de 132 metros cuadrados.
Artículo publicado primero en Hosteltur