Descubre algunos pueblos de España en los cuales el tiempo se mantiene fresco, incluso en verano
El verano trae consigo vacaciones, escapadas, tardes de terrazas y jornadas más largas para disfrutar, pero, también, temperaturas altas que no te dejan dormir, te restan energía y te impiden aprovechar al máximo los días libres. Por eso, hay quienes prefieren organizar viajes a lugares más tranquilos, remotos y con un clima agradable, en definitiva, que buscan escapar del caloret. Así pues, para los buscan huir del calor extremo e incluso dormir arropados con una sábana, después de aprovechar al máximo el día con diferentes actividades, son estos cinco pueblos, cinco rincones españoles que invitan a sacar la rebeca por las noches y a vivir unas vacaciones únicas.
Guijo de Santa Bárbara, Cáceres
Cáceres es una tierra que guarda grandes secretos y aquí te descubrimos uno de ellos. A poco más de dos horas de Madrid en coche está La Vera, una comarca que ofrece una exuberante naturaleza y mágicos pueblos, como Guijo de Santa Bárbara. Situado a 900 metros de altitud, al abrigo de la Sierra de Tormantos, este rincón extremeño es una muestra exquisita de la arquitectura tradicional verata (adobe, madera y piedra) y un lugar ideal para desconectar este verano sin pasar ni gota de calor por las noches.
Un plan fundamental en esta época del año es acudir a unas de sus charcas naturales a refrescarse, como El Trabuquete, una garganta situada a unos 3 kilómetros montaña arriba cuyas frías aguas te despiertan al momento. Además, no te puedes perder la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, el antiguo ayuntamiento, convertido hoy en centro de interpretación de la Reserva Regional de Caza “La Sierra” y El mirador de El Chinarral.
Puebla de Lillo, León
En los alrededores del puerto de San Isidro, paso de montaña que une las provincias de León y Asturias, está Puebla de Lillo, un pueblo de origen medieval que hace las delicias de los amantes de los veranos más fríos. El municipio se encuentra dentro del Parque Regional de los Picos de Europa, por lo que es el lugar perfecto para practicar senderismo. Además, se pueden visitar sus lagos de origen glaciar –como el lago Ausente o el de Isoba–, practicar actividades náuticas en sus pantanos o acudir a la sede de la Casa del Parque, un antiguo torreón medieval cuyas exposiciones y materiales ayudan a interpretar el paisaje circundante y a entender la relación del hombre con la naturaleza. No hay que perderse tampoco El Pinar de Lillo, uno de los escasos pinares autóctonos en el país.
Cudillero, Asturias
Para los que no quieren derretirse, pero tampoco están dispuestos a renunciar a visitar la playa en verano es Cudillero, un pueblo costero de Asturias, declarado Conjunto Histórico Artístico, que parece de anuncio. Situado a unos 45 minutos en coche desde Oviedo, este pueblo, en el que viven poco más de 1.400 habitantes, ofrece algunas de las mejores playas de la zona, así como diferentes actividades y excursiones.
Sentarse en su mágica plaza de La Marina –estampa más fotografiada de este lugar–, pasear por sus coquetas calles y admirar sus casas de colores, asomarse a los vertiginosos acantilados que lo rodean a través de sus miradores más famosos, como el Mirador del Pico, y, por supuesto, darse un homenaje con una comida marinera acompañada de una sidra son algunos de los planes imprescindibles para apuntar en tu lista.
Ezcaray, La Rioja
Ubicado en la parte alta del valle del Oja, al suroeste de La Rioja, está Ezcaray, un municipio para visitar en cualquier época del año. En invierno para practicar esquí en la estación de Valdezcaray y en verano para huir del calor y descubrir su espectacular entorno y la gran cantidad de planes que ofrece.
Con temperatura máximas de 25 grados, este rincón riojano invita a realizar diferentes rutas de senderismo para fundirse con la naturaleza y disfrutar de las vistas, como la subida a la ermita de Santa Bárbara –situada a tres kilómetros del casco urbano– desde donde se observa todo el valle, a pasear por su casco viejo, que conserva la arquitectura tradicional, y a degustar sus sabrosos platos acompañados de un buen vino, entre otras muchas cosas.
Griegos, Teruel
El que es “el segundo pueblo más alto de España” –supera los 1.600 metros sobre el nivel del mar– es también uno de los más fríos en verano. Situado en la Sierra de Albarracín, Griegos ofrece un entorno natural privilegiado y múltiples rutas para descubrirlo. Fundamental es ir hasta la Muela de San Juan, un mirador que ofrece unas espectaculares vistas y visitar el Museo de Mariposas, que alberga casi 3.000 ejemplares.
Fuente: ABC Pueblos de España