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Descubre pueblos y paisajes de gran valor natural y cultural mediante estas asombrosas excursiones en Alicante.

1. De Alcoy a la Vía Verde

Los puentes forman parte de la identidad de Alcoi que, emplazada entre los ríos Barxell y Molinar, atesora un importante patrimonio industrial en sus riberas. Una imagen que se reproduce más allá de su centro histórico, declarado Bien de Interés Cultural gracias a joyas de la arquitectura como la iglesia de Santa María, el edificio modernista del Círculo Industrial o la Casa del Pavo. La estación de Renfe de la ciudad da inicio a la Vía Verde de Alcoi, donde entre parajes naturales como la cascada del río Barxell, se encuentra el puente de las Siete Lunas, una viaducto de siete arcos de medio punto. 

A partir de este punto, la Vía Verde transcurre por una decena de túneles, tres viaductos y campos de almendros que conectan con el Parque Natural del Carrascar de la Font Roja. Aquí, entre campos de cereales, de olivos y bosques, afloran pozos de nieve, hornos de cal, carboneras y fuentes que confirman su pasado industrial.

2. El Montgó, entre Denia y Jávea

Excursiones en Alicante: Montgó
Excursiones en Alicante: Montgó – Imagen de Alexander Gresbek en Pixabay

El monte emblemático de la Marina Alta, flanqueado por los pueblos costeros de Denia y Jávea, fue declarado Parque Natural en 1987 gracias a sus más de 650 especies de flora y a una fauna estrechamente ligada a sus paisajes y a los vegetales que habitan en ellos. Con 753 metros de altitud, el parque se extiende hasta el mar por la llanura de Les Planes, que va suavizando la pendiente de la montaña hasta alcanzar la Torre del Gerro a un lado y el Cabo de San Antonio al otro. Ambos forman parte de las rutas de senderismo que se pueden realizar en el Montgó: Camí de la Colonia – Cova del Gamell; Cova de L’Aigua – Racó del Bou; Camí de La Colonia – Jesús Pobre; Final de les Rotes – Puerto de Jávea, Camí de la Colonia – Creueta y Camí de la Colonia – Cima Les Planes. 

Uno de los espacios más espectaculares del parque natural es la Cova Tallada, excavada en un acantilado cerca del Cabo de San Antonio. Utilizada durante siglos como cantera de piedra tosca, hoy es un entorno protegido y, desde hace poco, para acceder a la cueva es necesario reservar previamente durante los meses de verano. 

3. La Vall de Laguar, El Paraíso del Senderismo

El interior de la Marina Alta también sorprende con joyas naturales como La Vall de Laguar, que cuenta com más de 6.700 escalones que los moriscos labraron en la roca. Se ocultaron entre grietas y desfiladeros que hoy se han convertido en uno de los destinos más frecuentados de la provincia de Alicante entre escaladores y senderistas. Cuenta con una ruta circular de aproximadamente 15 kilómetros que pasa por sus miles de escalones y el Barranco del Infierno, tallado por la fuerza del viento, la lluvia y las aguas del río Girona, donde se puede practicar barranquismo, escalada y espeleología. 

La Vall de Laguar, emplazada en el extremo norte de la provincia, también descubre los pueblos de Benimaurell, Campell, Fleix y Fontilles, joyas patrimoniales como el castillo medieval y la Torre de la Casota del siglo XII, la Ermita de San José y varias iglesias del siglo XVIII.

4. Guadalest, Cultura entre excursiones

Excursiones en Alicante: Guadalest
Excursiones en Alicante: Guadalest – Imagen de Denis Doukhan en Pixabay

A Guadalest se accede por un túnel que evidencia cómo este pueblo de la Marina Baixa esculpido en peñones fue moldeado por la mano del hombre y por la fuerza de la naturaleza. Tras los terremotos de 1644 y 1748, el defensivo castillo de San José quedó prácticamente destruido, pero hoy permanece orgulloso cerca del cielo con varios pedazos de muralla y la inconfundible torre del homenaje. Le acompaña un blanco campanario y el castillo de la Alcozaiba, que recuerda el origen medieval del pueblo y desde donde se vislumbra la Sierra de Xortà y Serrella, la de Aitana y la de Bèrnia.

Entre los colores pardos y verdes de sus aledaños, se hace hueco el azul turquesa del embalse de Guadalest, de donde parten varias rutas de senderismo. Vistas similares se obtienen desde la plaza del ayuntamiento, donde se puede visitar la prisión medieval que ocupa los bajos de la casa consistorial. También la casa de los Orduña, familia ligada a Guadalest desde el siglo XVI hasta 1934 tras el fallecimiento de Carlos Torres de Orduña.

5. De Altea al Faro de L’Albir

Excursiones en Alicante: Altea
Excursiones en Alicante: Altea – Imagen de juliox en Pixabay

No se puede abandonar la Marina Baixa sin antes pasar por Altea y enamorarse de su identidad pesquera y artística. Su casco antiguo, conocido como el Fornet, revela la herencia morisca que la ha acercado al mar y ha llenado sus fachadas de azulejos, de donde también cuelgan geranios, jazmines y buganvillas. Subiendo por la calle Major se accede a Nuestra Señora del Consuelo. Sus dos cúpulas, cubiertas de tejas vidriadas azules, raciman las calles blancas tan típicas del mediterráneo, rodeadas por la Torre de Galera y la de Bellaguarda y los accesos de Portal Nou y Portal Vell.

Aquí, en cada balconada hay un mirador en el que detenerse y desde donde se alcanzan a ver las sierras de Aitania, de Bèrnia y el Puigcampana a un lado, y la Punta de l’Albir, el Morró de Toix y el Penyal d’Ifac envolviendo la bahía. A escasos 5 kilómetros de Altea se encuentra el pueblo de L’Albir, donde se inicia la ruta hasta el faro homónimo, ubicado en el límite norte del Parque Natural de la Serra Gelada. 

6. Un día en la Isla de Tabarca

Frente al Cabo de Santa Pola, en la comarca del Baix Vinalopó, se asoma la isla de Tabarca o, mejor dicho, los cuatro islotes que forman este pequeño archipiélago: la Isla Plana (o Tabarca), La Cantera, La Galera y La Nao. Tabarca emerge de las aguas del mediterráneo por todo lo alto: como Conjunto Histórico-Artístico, la primera Reserva Marina de todo el territorio español y Zona de Especial Protección para las Aves.

Se puede acceder a Tabarca en barco desde Alicante, Santa Pola, Benidorm o Guardamar del Segura y, una vez allí, varios recorridos permiten conocer el pueblo fortificado de San Pedro y San Pablo, donde visitar su iglesia y dejarse caer por alguno de sus restaurantes, la Torre de San José, el faro o el Museo de Nueva Tabarca y las numerosas calas y playas que motean su litoral. 

7. Patrimonio Natural e Industrial en Torrevieja

Dos lagunas, la de Torrevieja, de color rosa (1400 hectáreas), y la de La Mata, de color azul (700 hectáreas), conforman el Parque Natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja de la comarca alicantina del Baix Segura o Vega Baja del Segura. Separadas entre sí por un anticlinal llamado El Chaparral, ambas llevan siglos produciendo sal y, hasta la llegada del turismo, constituía el principal motor económico de la zona. Hoy, convertidas en parque natural, no han abandonado su esencia industrial, que puede conocerse en una visita concertada a La Laguna Rosa o por libre en la Laguna Azul, desde donde hay la posibilidad de adentrarse por rutas de senderismo y descubrir la flora y fauna del entorno, como flamencos o cigüeñuelas.

De hecho, junto a los Parques Naturales de El Hondo y las Salinas de Santa Pola, las Lagunas de La Mata y Torrevieja forman un triángulo de humedales de gran importancia para el desarrollo de los ciclos biológicos de numerosas especies. Para acabar la visita, en el Museo del Mar y la Sal del centro de Torrevieja se exponen objetos marítimos, herramientas relacionadas con la extracción de sal y maquetas para conocer todavía más la historia de estas salinas.

Artículo publicado primero en ViajesNationalGeographic

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