No hace falta cruzarse el mundo para encontrar playas paradisíacas, Fuerteventura ofrece eso y mucho más a pocas horas de avión. Desde clases de surf para toda la familia, navegar en catamarán hasta la isla de Lobos, nadar rodeado de peces de colores, talleres de alfarería en los que evadirnos moldeando arcilla o aprovechar el viento para volar cometas… Y es que unas vacaciones en Fuerteventura sus playas infinitas de agua cristalina son, ahora más que nunca, lo más parecido a un sueño.
Porque, después de las restricciones de Semana Santa, todos tenemos las ganas de viajar acumuladas y nos merecemos unos días para desconectar, relajarnos y cambiar el asfalto por algún paraíso cercano. Así que, si estáis pensando en qué hacer las próximas vacaciones familiares, no lo dudes. Fuerteventura es un destino seguro que lo tiene todo para que desde los más pequeños hasta los mayores disfruten de momentos inolvidables.
1. Parque natural de las dunas de Corralejo
Nada mejor que empezar nuestras vacaciones adentrándonos en este desierto de dunas. Un espectáculo único formado por 2.600 hectáreas de arena fina que limitan con el agua cristalina del Atlántico a un lado y con los antiguos volcanes de la isla como telón de fondo.
Los niños pueden sentirse durante un ratito como si estuvieran en el mismísimo desierto del Sáhara y los padres como Lawrence de Arabia. Solo hay que echarle un poco de imaginación y tener preparada la cámara de fotos para captar el momento. Hemos comprobado que disfrutan un montón subiendo por estas montañas de arena, pero todavía mucho más tirándose corriendo duna abajo. Diversión asegurada a coste cero.
2. ‘Tours’ en buggy
Los ‘tours’ en buggy son una experiencia que entusiasma a los niñosCrazy Shutter
Los que quieran añadir un plus de adrenalina y no les importe acabar con un poco de polvo encima, hay empresas de buggy y quads que organizan tours para visitar las dunas y recorrer algunas de las pistas de tierra que hay en la zona volcánica de la isla.
Las familias con niños también pueden realizar esta actividad ya que los niños a partir de 3 años pueden montar en buggy porque van con sillas especiales para ellos y cinturón de seguridad, y los niños a partir de 14 años pueden probar las sensaciones de estas motos de cuatro ruedas conocidas como quads.Lee también
“No vamos por encima de las dunas porque es un parque natural y al ser un área protegida, los vehículos con motor están prohibidos. Pero hacemos una parada ahí y luego hacemos el 70% del recorrido por caminos off roads. Hemos tenido niños de 3 o 4 años que se han divertido un montón. Es una actividad muy segura porque no vamos de rally”, nos cuenta Erika Carrera de la empresa Dune Buggy Tour. El recorrido dura dos horas y media y tiene 3 paradas. El precio de un buggy para dos personas es de 99 euros.
3. Búscate un hotel con surf
La elección del hotel siempre es importante y cuando se viaja con niños todavía más. Que las habitaciones sean cómodas y amplias o que los niños tengan un parque justo enfrente de tu habitación marca la diferencia. Pero si además, los niños tienen un campamento de surf en el que poder iniciarse en este deporte, ¿qué más se puede pedir?
El hotel Surfing Colors tiene su propia escuela de surf que organiza campamentos de 4 horas al día durante las vacaciones escolares. Una manera de hacer amigos al tiempo que aprenden a surcar las olas en algunas de las mejores playas de la isla. Y si eres de esos padres animados que son de los que piensan que donde fueres, haz lo que vieres… también hay clases particulares para toda la familia. Y es que en esta meca del surf hay que poner a prueba el equilibrio encima de una tabla.
Pero el Surfing Colors ofrece mucho más. “Tenemos un montón de familias que nos eligen año tras año. Cuando mi padre creó el Surfing Colors hace más de 40 años, prácticamente no había turismo en la isla, pero él fue capaz de ver el potencial enorme que podría tener Corralejo como destino. El tiempo le ha dado la razón. Nuestro hotel ha ido creciendo con nuestros clientes y lo hemos ido adaptando para que ellos se sientan cómodos.
4. Navegar en vela rodeando la isla de Lobos
A las familias les encanta que tengamos apartamentos con cocina y salón, parque infantil, rocódromo y una vez a la semana, barbacoa con conciertos en directo con monitores que hacen fiestas de pijama para los niños donde organizan juegos y pintacaras”, nos cuenta José Ángel Prado, propietario del hotel junto a sus hermanos. Sin duda, un buen lugar para relajarse (con ese libro que tienes pendiente) en las camas balinesas al borde de la piscina mientras los niños juegan en los tipis indios que hay repartidos por el jardín.
5. Catamarán hasta la isla de Lobos
Un día navegando a vela en un catamarán rodeando la isla de Lobos es un plan perfecto se tenga la edad que se tenga. Sentir la brisa marina en la cara o colgar los pies por la borda y notar cómo salpican las gotas de agua, no tiene precio. “La isla de Lobos es un islote que fue utilizado por piratas en otra época y que era famoso por su población de lobos marinos, hoy es una de las escapadas turísticas más habituales cuando se visita Fuerteventura y también tiene una ola derecha buscada por surfistas de toda Europa”, nos explica Andrea Vedovello, capitán de unos de los catamaranes de Lobos In.
Este islote es un espacio natural protegido a solo 2 kilómetros del pueblo costero de Corralejo y a unos 8 kilómetros de las playas del sur de Lanzarote. En catamarán se tardan unas tres horas en dar la vuelta a la isla incluyendo las paradas para bañarse y hacer esnórquel.
Solo hay que tirarse al agua para nadar rodeado de miles de peces que parecen acercarse a saludar. Seifías, barracudas, jureles y hasta algún pez martillo nadarán despreocupados a tu alrededor. También se puede dar una vuelta en SUP o kayak, eso sí, los niños tienen que ir acompañados por un adulto porque si sopla viento es fácil alejarse rápidamente.
El Festival Internacional de Cometas reúne a más de 200 ‘cometistas’ profesionales
6. Vuela las cometas
Osos, tiburones, pulpos o caballitos de mar voladores… Cientos de cometas de gran tamaño que llenan el cielo de color durante el mes de noviembre las playas del norte de Fuerteventura. El Festival Internacional de Cometas se celebra desde 1987 y aunque el primer año solo fueron 7 participantes, ahora más de 200 cometistas profesionales (pero también aficionados) de múltiples nacionalidades se dan cita en este evento. Muchos de ellos se cosen y fabrican sus propias cometas XXL. Todo un espectáculo digno de contemplar y el mejor estímulo para animarnos a intentar volar nuestra propia cometa.
7. Haz tu propia cerámica
Moldear la arcilla provoca un efecto relajarte para los niños y es un recuerdo táctil para llevarse en la maleta de vuelta a casa. En Otro mar, una tienda de cerámica situada en Lajares, se hacen talleres personalizados para familias. En sesiones de dos horas, nos podemos convertir en artesanos por un día y desarrollar la creatividad creando nuestros propios vasos y cuencos.
“A los niños les gusta mucho hacer muñecos, tablas de surf, cactus o peces. Son cosas sencillas que pueden hacer bastante rápido y que quedan muy bien. Esto les sube la autoestima”, nos cuenta Loris, un italiano que junto a su pareja Andronikis, griega y ceramista profesional desde 1997, son el alma de este lugar, y los que enseñan a los niños el arte de utilizar el torno, amasar, dar forma y pintar sus propias obras.
8. Senderismo
Las familias más activas, a las que les guste el trekking, están de enhorabuena. Fuerteventura tiene más de 200 kilómetros de senderos repartidos por toda la isla. Algunos bordean acantilados, otros suben volcanes o pasan al lado de faros… Hay rutas muy accesibles, aptas para cualquier edad que tienen una hora de duración y donde se recorren menos de 5 kilómetros.
Eso sí hay que ir protegidos del sol y con agua suficiente porque hay pocos sitios donde resguardarse. Uno de los recorridos más populares está en la isla de Lobos. Un sendero de unos 8 kilómetros que rodea la isla pudiendo subir hasta La Caldera, el antiguo volcán de 127 metros de altura que es marca indiscutible del paisaje. La panorámica impresiona… tendrás Lanzarote, Fuerteventura y la propia isla de Lobos a tus pies. Otro de los motivos que hacen que unas vacaciones en familia en esta isla sean 100% recomendables.
Artículo publicado primero en La Vanguardia