Menorca tiene un tempo propio. Con 216 kilómetros de costa, la isla cuenta con más de 70 playas de fina arena blanca en el sur y de rojizos tonos en el norte. Su variedad geológica la convierte en un paraje de indudable belleza en el que contrastan salvajes acantilados con suaves arenales. Menorca vive de cara al mar y sus faros repartidos por su geografía nos lo recuerdan.
Disfrutar de una escapada a la Isla de Menorca es una de las mejores opciones para aquellos que quieren disfrutar del bono para residentes de 100 euros para viajar interislas. La isla es uno de los paraísos del Mediterráneo occidental para desconectar y disfrutar de sus playas y gastronomía. En 1993 la UNESCO declaró Menorca como reserva de biosfera, atendiendo al alto grado de compatibilidad conseguido entre el desarrollo de las actividades económicas, el consumo de recursos y la conservación de un patrimonio y de un paisaje que ha mantenido, y sigue manteniendo.
Estos son algunos de los planes imprescindibles si este verano quieres perderte por sus calas:
1. Recorrer un tramo del camí de Cavalls
Existía en Menorca un precioso sendero que permitía dar toda la vuelta a la isla por la costa, cruzando cada una de sus escondidas calas, atravesando barrancos, bosques y campos. Es el Camí de Cavalls, que recibe este nombre por la constante circulación de soldados británicos que a caballo vigilaban la costa en tiempos de la dominación inglesa de la isla. Este camino se ha recuperado y señalizado para el uso público. Recorrerlo al completo puede ser una propuesta alternativa y llena de aventura en contacto con la naturaleza.
2. Perderse en Binibeca
Pasear entre sus imposibles callejuelas de paredes blancas, donde la luz se cuela serpenteante por todos los rincones yendo a parar siempre al mar, es un auténtico divertimento para los sentidos. Aquí las fotos, como tocadas por una varita mágica, siempre quedan bien. Este poblado turístico fue creado en los años 60, imitando la arquitectura de los poblados de pescadores.
3. Disfrutar de una caldereta en Fornells.
Este es un auténtico pueblo de pescadores siatuado en la parte norte de la isla. Destaca por su tranquila y sencillez, además de tener una gran oferta de gastronomía local. Una de las mejores opciones es recorrer su paseo marítimo y disfrutar de una caldereta de langosta en uno de sus restaurantes.
4. Pasear por el puerto de Ciutadella
Este bonito pueblo es perfecto para pasear y oberservar a los barcos de pesca. También está la opción de pasear por el mercadillo o tomar algo y cenar en sus restaurantes.
5. Recorrer sus playas.
Cala Mitjana, Mitjaneta, Macarella, Macarelleta y en Turqueta son las más pequeñas y vírgenes. Todas ellas están situadas en el sur. Hasta el mes de junio se puede acceder a ellas en coche, mientras que en verano el acceso a Macarella y Macarelleta queda restringido a los autobuses lanzadera. A diferencia de estas pequeñas calas, también es muy frecuentada la playa de son Bous que cuenta con casi tres kilómetros de arena dorada para disfrutar de una jornada playera.
6. Subir a el Toro
El Toro es el punto más alto de la isla con 358 metros, desde allí se tienen unas vistas panorámicas y, en ocasiones, se puede divisar Mallorca a lo lejos. En la cima está el santuario de la Verge del Toro, construido en XVII.
7. Descubrir sus faros.
Menorca cuenta con varios faros principales para disfrutar de una bonita puesta de sol. Uno de los más conocidos es el faro d’Artrutx, que fue construido a mediados del siglo XIX y está rodeado por una urbanización. El faro Punta Nati, el más cercano al centro de Ciutadella, que fue construido en 1912 y es uno de los mejores lugares donde contemplar la puesta de sol. El faro de Cavallería es uno de los más visitados por los turistas, está situado en el punto más al sur de la isla y rodeado de acantilados. Finalmente, otro de los atractivos es el faro de Favàritx, ubicado dentro del parque natural de s’Albufera des Grau.
8. La Cova den Xoroi.
Es una cueva situada en un acantilado en la costa sur, concretamente está situada en la urbanización de Cala en Porter. En sus terrazas con unos impresionantes miradores se puede disfrutar de un bonito atardecer, en muchas ocasiones con música en directo.
9. Visitar un talaiot
Menorca no es solo playa. La isla también cuenta con monumentos y yacimientos muy importantes. El resto prehistórico más famoso de Menorca es la Naveta des Tudons, del que se dice que es el monumento funerario más antiguo de Europa. También están la Necrópolis de Cala Morell, el poblado Talaiótico de sa Torreta de Tramuntanta o el de Talatí, entre otros.
Artículo publicado primero en Ultima Hora