Hoy en día el usuario tiene el poder de valorar un servicio pública e instantáneamente; de manera que, premia o castiga a la empresa que le ha ofrecido el servicio. Si ha recibido un buen servicio, amará esa empresa. Por el contrario, si la experiencia ha sido mala; la odiará y alentará a otros usuarios a que eviten utilizar los servicios de esta empresa. Y todo esto con tocar unas estrellas en su teléfono móvil.
